Actu.fr informa de que el gato de la hija de Magali Lepennetier, residente en Sourdeval (Mancha), fue alcanzado por una bala de escopeta de perdigones el martes 21 de febrero. El gato fue llevado a un veterinario de Mortain para recibir tratamiento, incluidas radiografías, y se confirmó que había recibido un disparo.
"Al principio no vi la segunda herida. Al día siguiente me di cuenta. Cuando volví al veterinario, me dijo que había tenido un caso similar en Chérencé-le-Roussel. Está con antibióticos, tratamiento dos veces al día. Desde entonces, le ayudamos a comer. Ya no sale. Duerme todo el tiempo. No se encuentra bien. Tiene miedo", explica Magali Lepennetier a Actu.fr.
Magali Lepennetier y su familia están totalmente confundidos. "Nuestro gato es muy simpático, adorable. Me duele verlo así. Es nuestro rayo de sol", confiesa. Ahora quiere concienciar a la gente sobre la protección de los animales y su bienestar. Por ello, el 2 de marzo decidió presentar una denuncia contra X en la gendarmería de Mortain.
Fue mi padre quien me dijo que fuera y lo hiciera. Quizá haya otros. Quiero decir que la gente no está sola en esta situación.
Magali Lepennetier
El veterinario de Magali Lepennetier le informó de que otras personas se habían puesto en contacto con él por casos similares.
Magali Lepennetier, propietaria de Plume, señala: "Si un solo perdigón hubiera alcanzado a mi gato, habría pensado que se trataba de un mal disparo de alguien que jugaba con una escopeta de perdigones, aunque vivimos en el corazón de una urbanización. ¿Y si hubiera sido un niño el que hubiera recibido el disparo? No entiendo cómo la gente puede atacar a los animales con tanta maldad.