Desmontemos los mitos sobre la leche y los gatos. La leche no es esencial para su gato, ni es tóxica en sí misma. Sin embargo, puede ser peligrosa en determinadas situaciones y provocar efectos adversos en tu mascota.
La asociación entre gatitos y leche: ¿una realidad?
La leche materna es crucial para los gatitos hasta que son destetados, alrededor de su octava semana de vida. Les aporta todos los nutrientes, vitaminas y energía que necesitan para crecer. Si el gatito no puede mamar de su madre, debe dársele leche de biberón, pero no leche de rumiante, ya que es demasiado diferente de la leche de gato.
El destete debe incluir gradualmente alimentos sólidos (como croquetas) a partir de las 4 semanas de edad. El gatito dejará gradualmente la leche y adoptará su dieta definitiva. Es posible que su sistema digestivo no tolere la leche tan bien como antes.
¿Es esencial la leche para un gato adulto?
No, un gato no necesita leche para vivir. Una dieta de comida seca y agua es suficiente. Algunos veterinarios no tienen ningún problema si el gato quiere leche a diario, siempre que no sea intolerante a la lactosa, que es el caso de más de la mitad de los gatos.
Intolerancia a la lactosa y alergias
La leche nunca debe sustituir al agua, especialmente en el caso de gatos intolerantes o alérgicos a las proteínas de la leche o a la lactosa. Las reacciones alérgicas pueden provocar síntomas como diarrea, picores, problemas digestivos y vómitos. En este caso, la leche es perjudicial para la salud de su gato.
A medida que el gato crece, su capacidad para digerir la lactosa disminuye debido a una menor producción de lactasa, la enzima que descompone la lactosa de la leche.
Productos lácteos alternativos
La lactosa está menos presente en otros productos lácteos como el queso, el yogur o el requesón. No obstante, hay que tener cuidado. Un gato que produzca menos lactasa no tolerará necesariamente mejor estos alimentos, sobre todo si es alérgico a las proteínas de la leche, presentes en todos los productos lácteos. Éstos deben evitarse a toda costa.
No es aconsejable dar a su gato estos productos lácteos, ya que son grasos y favorecen el aumento de peso, lo que puede conducir a la obesidad.
Las preferencias gustativas de su gato
A su gato le gusta el sabor de la leche y le resulta refrescante. Sin embargo, no debes animarle a beber leche en detrimento del agua.
Una dieta convencional de croquetas y agua es lo mejor para la salud de su gato. La leche puede favorecer el aumento de peso.
En conclusión
Puede dar leche a su gato sin problemas, siempre que respete los siguientes puntos:
- Asegúrate de que no es alérgico a las proteínas de la leche.
- Compruebe que tolera la lactosa.
- No superar los 40 ml al día, si se tolera.
- Nunca sustituyas el agua por leche.
Sin embargo, la mayoría de los gatos son intolerantes a la lactosa o alérgicos a la proteína de la leche. Esto significa que la leche no es necesariamente beneficiosa para su gato, que no la necesita después del destete.
Además, la leche y los productos lácteos pueden contribuir al aumento de peso de su gato debido a su alto contenido en grasa. En su lugar, siga una dieta convencional de croquetas y agua para mantener sano a su gato.